Santa Ana
Mujer abnegada y generosa, madre tierna, amorosa, Santa Ana mereció engendrar a la Reina de los Cielos y de la Tierra.
Su hogar era una escuela y un templo, y allí comenzó a vivir y a sentir a María, La Virgen María...
Oración
Señor, Dios de nuestros padres, tú concediste a Santa Ana la gracia de ser la Madre de la Virgen.
¡Con qué adornos de virtud y santidad preparaste a aquella mujer que iba a ser llamada madre por la Madre de tu Hjo!
Realiza también tus maravillas en nuestras almas.
Todos tenemos una misión que cumplir en la vida.
Ayúdanos a responder a tus santos designios.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Más información en: The Sacred Wolf Barcelona
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