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lunes, 10 de enero de 2022

Comprendiendo a Avalokiteshvara

Comprendiendo a Avalokiteshvara

Una Enseñanza de Su Eminencia

Khöndrung Asanga Vajra Sakya Rinpoché

Traducido y editado al español por: 

D. Kunga Samten Daleffe 

Extraído del sitio: https://www.asangasakya.com

 

¡Saludos a todos!

Recientemente, el Monasterio Sakya de Budismo Tibetano en Seattle me pidió que hablara brevemente sobre Avalokiteshvara, comúnmente conocido como Chenrezig en tibetano, y por lo tanto, hoy hablaré sobre Avalokiteshvara y su mantra de seis sílabas conocido como Om Mani Padme Hum. 

En primer lugar, Chenrezig es un Bodhisattva muy popular en la tradición budista Mahayana. Él es tan popular porque es conocido por ser el Bodhisattva de la compasión. La compasión en la tradición Mahayana es muy importante porque el objetivo de la práctica Mahayana es alcanzar la iluminación total y completa por el bien de todos los seres sensibles. Este pensamiento o deseo surge de la compasión, y esta compasión está dirigida hacia todos los seres sensibles. La naturaleza de esta compasión es la aspiración de que todos los seres sensibles que han sido la madre de uno en nuestras numerosas vidas pasadas estén libres del sufrimiento, así como de las causas del sufrimiento y, por lo tanto, la compasión es una práctica muy importante de acuerdo con la tradición Mahayana. Podría considerarse como una de las causas más importantes para alcanzar la iluminación, por lo que para todos los que deseamos alcanzar la iluminación, es esencial tener compasión. Dado que necesitamos desarrollar esta compasión, para desarrollarla y nutrirla, una de las mejores formas de hacerlo es confiar en el Bodhisattva de la compasión, Chenrezig, porque él es la encarnación de la compasión de todos los Budas de los tres tiempos; pasado, presente y futuro. 

Como practicantes del Mahayana, confiamos en Avalokiteshvara para cultivar la bondad amorosa y la compasión, y esa es también la razón por la que es tan popular y adorado en los países donde existe la tradición Mahayana, como China, Tíbet, Bután, Japón, Corea, Vietnam, Mongolia, Taiwán y otros países. En muchos países, Avalokiteshvara o Chenrezig también es respetado y considerado como una Bodhisattva femenina, pero en realidad, no hay diferencia de género porque, en el estado iluminado, no existe tal cosa como masculino o femenino. La verdadera naturaleza de la iluminación no tiene tales distinciones, sin embargo, hay diferentes formas emanadas por Avalokiteshvara basadas en las diferentes necesidades de los seres sensibles. Entonces, para algunos que prefieren una forma masculina, aparece en forma masculina, y para aquellos que prefieren una forma femenina, aparece en forma de figura maternal. 

Avalokiteshvara es conocido por diferentes nombres, tales como Quanyin y Quan Shi Yin Pusa en China, Quan Am en Vietnam, y creo que Kannon en Japón. En tibetano le llamamos Chenrezig, y en la antigua India se le conocía como Avalokiteshvara. En uno de los sutras, el Bodhisattva Vajrapani, quien es el Bodhisattva del poder, preguntó al Buda Sakyamuni por qué Avalokiteshvara era conocido como Avalokiteshvara, a lo que el Buda respondió que Avalokiteshvara (sánscrito: significa Señor que mira hacia abajo) fue llamado así porque él contempla el universo en todo momento y mira a todos los seres sintientes con cuidado amoroso y con un corazón benévolo, él infunde la vida a los seres sensibles al tiempo que satisface los deseos y las necesidades de los seres sensibles y, por lo tanto, es conocido como Avalokiteshvara. Con eso, podemos entender por qué él es llamado Avalokiteshvara. 

Avalokiteshvara tiene muchas formas diferentes. En el budismo tibetano, las dos formas más famosas son la de Chenrezig de mil brazos y mil ojos, y la forma de Chenrezig de cuatro brazos. Hay muchas otras formas, pero estas dos formas siguen siendo las más conocidas. Para hablar brevemente acerca de estas dos formas, pensé en relatar la historia sobre los orígenes de Chenrezig de los mil brazos y los mil ojos. 

Primero que todo, Chenrezig nació en la tierra pura de Sukhavati, la cual es la tierra pura del Buda Amitabha, el Buda de la luz ilimitada. Él nació milagrosamente en Sukhavati a través de los poderes del Buda Amitabha. En algún momento, Chenrezig miró a los seres sensibles que vagaban en la existencia cíclica, y vio que muchos estaban envueltos en la oscuridad de la ignorancia, muchos estaban consumidos por la ira, muchos estaban cegados por el apego y los celos, y así básicamente, vio que muchos seres sensibles estaban sufriendo debido a estas muchas emociones aflictivas. Al ver esto, le invadió una profunda tristeza y derramó una lágrima de cada ojo. Se cree que la deidad Tara surgió de la lágrima del ojo derecho de Chenrezig y la deidad Brikuti surgió de la lágrima de su ojo izquierdo. Ambas deidades le aconsejaron que practicara en la mente de la iluminación y que no estuviera inactivo ni se desanimara en el trabajo de los seres sensibles, y le prometieron que ambas apoyarían todo su trabajo para satisfacer las necesidades de los seres sensibles y para llevarlos a la iluminación. Así que esa es también la historia de los orígenes de las deidades Tara y Brikuti. 

Poco después, Chenrezig invitó a muchos Budas de muchos diferentes reinos de Buda, incluido su propio gurú, el Buda Amitabha. En presencia de esta asamblea de Budas y especialmente de Buda Amitabha, Chenrezig se postró e hizo vastas ofrendas, y en su presencia, hizo el voto de que si, en cualquier circunstancia, dejaba de pensar en el beneficio de todos los seres sensibles y, en cambio, pensaba en su propio bienestar, si tal pensamiento entraba en su mente, entonces que su cabeza se rompiera en mil pedazos. Así que hizo tal voto en presencia del Buda Amitabha y de otros incontables Budas y ante ello, el Buda Amitabha lo elogió por sus excelentes aspiraciones. El Buda Amitabha continuó diciendo que todos los Budas del pasado alcanzaron la iluminación haciendo tales aspiraciones, y es por esto que es muy excelente que Avalokiteshvara hiciera tales aspiraciones y que el propio Buda Amitabha le apoyara en tan excelentes esfuerzos. Y así, el Buda Amitabha dio su pleno apoyo y bendiciones a Avalokiteshvara, tras lo cual el Bodhisattva Avalokiteshvara emanó seis budas diferentes en los seis reinos diferentes del samsara (1) el reino celestial, (2) el reino de los semidioses, (3) el reino humano, (4) el reino animal, (5) el reino de los fantasmas hambrientos y (6) el reino del infierno. Por tanto él emanó seis Budas diferentes para salvar a los seres sensibles que viven en cada uno de los seis reinos de la existencia.

Al cabo de un período de tiempo, el Bodhisattva Avalokiteshvara se dirigió a la cima del monte Meru, que, según la cosmología budista, es la montaña más alta del universo. Y de esta manera, Avalokiteshvara se sitúo en la cima del monte Meru, y desde ese punto ventajoso, él podría contemplar a todos los seres sensibles en la existencia cíclica. 

Anteriormente, Avalokiteshvara había enviado emanaciones de seis Budas diferentes a cada uno de los seis reinos para salvar a los seres sensibles; sin embargo, cuando miró hacia abajo, se dio cuenta de que, aunque innumerables seres sensibles ya habían sido liberados, todavía había innumerables más, y parecía que el número de seres sensibles existentes en el samsara no había disminuido realmente después de todo. El número de seres sensibles es ilimitado, por lo que, aunque innumerables seres habían sido liberados, no parecía haber tenido realmente ningún impacto, por lo que Avalokiteshvara se sintió invadido por una profunda tristeza, y pensó que, efectivamente, el número de seres sensibles era ilimitado y, aunque las actividades de los Budas son vastas, se sintió desanimado porque él mismo no estaba a la altura de la tarea de liberar a todos los seres sensibles de los sufrimientos. Así, sintiéndose abatido, Avalokiteshvara pensó que tal vez debería buscar la autoliberación y la felicidad para sí mismo. 

En el mismo instante en que ese pensamiento apareció en su mente, su cabeza se rompió en numerosos fragmentos y sufrió un gran dolor. Al experimentar este dolor insoportable, Avalokiteshvara pidió instintivamente ayuda a su gurú, el Buda Amitabha. Al oír que Avalokiteshvara le llamaba con dolor, el Buda Amitabha apareció al instante ante él, y recogiendo todos los trozos rotos de la cabeza de Avalokiteshvara, unió los trozos y bendijo a Avalokiteshvara con once cabezas. 

Hay nueve cabezas con expresiones pacíficas. Las nueve cabezas están colocadas tres en cada nivel. Tres en el primer nivel, tres en el segundo nivel y tres en el tercer nivel. Encima de los tres niveles de cabezas de apariencia pacífica hay una cabeza con expresión de ira, y encima está la propia cabeza del Buda Amitabha, por lo que esta forma de Avalokiteshvara tiene un total de once cabezas. La razón de esta distribución, de las cabezas pacíficas y la airada, es que no hay límite en el número de seres sintientes y, por lo tanto, están las nueve cabezas pacíficas, mientras que la cabeza airada es para que Avalokiteshvara dome a aquellos seres que están más allá de la doma por medios pacíficos. Y así, para aquellos que necesitan ser domados por medios airados, el Buda Amitabha bendijo a Avalokiteshvara con una cabeza airada. La propia cabeza del Buda Amitabha descansa sobre todas las cabezas porque es el gurú raíz de Avalokiteshvara. 

Amitabha entonces aconsejó y animó a Avalokiteshvara a continuar con su misión de ayudar a todos los seres sensibles hasta que todos se hayan liberado y hasta que el samsara quede vacío de todos los seres sensibles. Al oír esto, Avalokiteshvara hizo una petición más: que sea bendecido y dotado de mil brazos y mil ojos y también que de los mil brazos surjan mil Chakravartins (emperadores universales que giran la rueda) y de los mil ojos en las palmas de cada uno de los mil brazos, que surjan mil Budas de la era afortunada para ayudarle en su misión de liberar a todos los seres sintientes del sufrimiento. Haciendo tal petición, Avalokiteshvara oró al Buda Amitabha, y por ello llegó a tener mil brazos y mil ojos. Entonces, esta es la historia de los orígenes del Avalokiteshvara de los mil brazos y los mil ojos. Esta forma de Avalokiteshvara es muy popular, y especialmente la práctica del nyungne o tradición del ayuno se basa en esta forma en particular. 

 

Otra forma importante de Avalokiteshvara es la de cuatro brazos. En esta forma, Avalokiteshvara tiene una cabeza, cuatro brazos y dos piernas. La única cabeza simboliza la unidad en la naturaleza de la talidad o los fenómenos, y los cuatro brazos simbolizan la bondad amorosa, la compasión, el regocijo y la ecuanimidad. Estas son las cuatro cualidades de las que está dotado Avalokiteshvara. 

El primer par de manos está en el centro de su corazón en el mudra de oración para simbolizar a Avalokiteshvara pidiendo a los Budas de los tres tiempos y direcciones que continúen realizando las actividades de beneficio por los seres sensibles. Se le suele mostrar sosteniendo una joya que cumple deseos entre las dos palmas dobladas en el mudra de la oración. La joya que cumple los deseos representa la Bodhichitta, que es la mente de la iluminación. En su segunda mano derecha, sostiene un rosario de cristal que simboliza la compasión incesante de Avalokiteshvara, y en su segunda mano izquierda, sostiene el tallo de una flor de loto completamente desarrollada que simboliza la pureza inmutable de su sabiduría. Avalokiteshvara está sentado con las dos piernas cruzadas en la postura del vajra, que simboliza la inseparabilidad del samsara y el nirvana, que son la existencia cíclica y la liberación. Este es el significado de la apariencia del Avalokiteshvara de cuatro brazos. 

Como he mencionado antes, Chenrezig o Avalokiteshvara es un Bodhisattva muy poderoso. Él es muy popular y sus actividades se consideran diferentes a las de cualquier otro Bodhisattva. Él es elogiado en muchos de los sutras de Buda, como el Sutra del Loto y el Sutra conocido como la Exhibición de la Canasta. En el Sutra del Loto es mencionado en numerosas ocasiones que cuando uno se enfrenta a cualquier peligro, como por ejemplo a personajes desagradables como ladrones, asesinos u otros criminales, y animales salvajes o calamidades naturales, si uno piensa en Avalokiteshvara, inmediatamente todos estos peligros se apaciguarán. Así que se cree que el mero hecho de pensar en él aporta una gran protección, y también hay un capítulo entero dedicado a Avalokiteshvara en el mismo Sutra del Loto. Creo que en ese sutra se menciona que en el momento de la muerte, si uno piensa en Avalokiteshvara y lo acepta como su único protector, entonces sin duda él lo protegerá y lo cuidará a través de su próxima vida y todos los sufrimientos y emociones aflictivas serán naturalmente pacificadas o disueltas y también uno renacerá en el reino búdico de Sukhavati que es el Buda Amitabha y también el reino puro de Avalokiteshvara. También es dicho que ningún otro ser ha perfeccionado todas las cualidades de la perfección como Avalokiteshvara. Uno será dotado de un mérito inagotable sólo por pensar en él, y por lo tanto, hay muchos grandes beneficios por pensar en él y orarle a él. 

Incluso el gran maestro Gyalsey Ngulchu Thogme, que compuso la obra Treinta y Siete Prácticas de un Bodhisattva, también compuso una oración en alabanza a Avalokiteshvara y menciona que, debido a que Avalokitesvara ha perfeccionado las dos acumulaciones de mérito y sabiduría, con sólo pensar en él o invocar su nombre, los sufrimientos y las emociones aflictivas de uno desaparecerán naturalmente, y uno será protegido por él. Y así hay muchos grandes beneficios mencionados por muchos grandes maestros como Gyalsey Ngulchu Thogme. 

El mantra de Chenrezig es el mantra de seis sílabas que se recita como Om Ma Ni Pad Me Hum. El significado de este mantra de seis sílabas es explicado muy ampliamente en el Mani Kabum, que se traduce como el Compendio de la Mani o Joya, que fue enseñado por el gran rey tibetano Songtsen Gampo, de quien se creía que era una emanación del propio Avalokiteshvara. En esta obra se explica con gran detalle el significado y los beneficios de cada una de las seis sílabas. En una ocasión, el gran maestro Kadampa Namkhabum preguntó al séptimo Sakya Trichen Drogon Chogyal Phagpa (1235-1280) cómo se traduciría el mantra Mani al idioma tibetano. En respuesta, Chogyal Phagpa explicó que el Om representa el cuerpo, el Mani representa el método (compasión), el Padme representa la sabiduría y el Hum representa la mente. Por lo tanto, Om representa el cuerpo de Chenrezig, Mani representa el método (compasión) de Chenrezig, Padme representa la sabiduría de Chenrezig y Hum representa la mente de Chenrezig. 

Habrás notado que algunas personas recitan el mantra como Om Mani Padme Hum mientras que otras pueden recitar el mismo mantra como Om Mani Padme Hum Hri. Según el gran maestro Jonang Dolpopa Sherab Gyaltsen (1292-1361), Om Mani Padme Hum se menciona en las obras anteriores, en los sutras y en las obras de los maestros anteriores. Es mencionado en el Sutra de la Exposición de la Canasta, donde el Buda hace mención de las muchas vidas pasadas del propio Buda, que escuchó a otros Budas ensalzar las cualidades y actividades de Avalokiteshvara y también los samadhis o las absorciones meditativas de las que está dotado Avalokiteshvara. Este sutra está totalmente dedicado a Avalokiteshvara y a sus cualidades.

Para aquellos que estén interesados en aprender o saber más sobre Avalokiteshvara, si visitan la página web del grupo de traducción 84000@translate84000, encontrarán el sutra (de la Exposición de la Canasta) traducido al inglés desde el tibetano. Allí es mencionado el mantra de Chenrezig, y es mencionado como Om Mani Padme Hum pero no se menciona la séptima sílaba Hri. La sílaba Hri tampoco es mencionada en los sutras y las obras de los maestros anteriores. La Hri es la sílaba semilla de Avalokiteshvara, por lo que por sí misma, la sílaba Hri abarca todo el mantra, pero no es mencionada en las obras anteriores. 

Según Dolpopa Sherab Gyaltsen (1292-1361), la adición de la sílaba semilla, al original de seis sílabas, se originó con un gran maestro de la antigua tradición Nyngmapa, conocido como Gurú Chowang (1212-1270). Por lo tanto, se cree que la adición de la sílaba semilla Hri al mantra de seis sílabas tiene su origen en Gurú Chowang y su texto del tesoro o los tesoros revelados por él. Así, se cree que la séptima sílaba fue propagada por él y sus discípulos. Sin embargo, no hay grandes diferencias en ninguna de las dos versiones del mantra. Se puede recitar de la forma que se desee. Si sólo estás recitando el mantra como parte de tu práctica diaria, puedes recitarlo en cualquiera de las dos formas, pero si estás recitándolo en base a un manual de práctica o sadhana en particular, entonces debes recitarlo en base a esa sadhana en particular.

El Mani Kabum (Compendio de la Mani/Joya) menciona cada una de las sílabas junto con sus beneficios con gran detalle. No tenemos tiempo para entrar en todos los detalles, pero básicamente, lo que debes entender es que al recitar cada una de las seis diferentes sílabas, cada una de las seis diferentes impurezas serán pacificadas, las seis perfecciones serán perfeccionadas o realizadas, y también, al final, uno alcanzará el estado de los seis Budas y logrará las seis diferentes sabidurías de los Budas por recitar cada una de las seis sílabas. 

Además, en su biografía conocida como el Kathang Zanglingma, la cual fue revelada por el gran revelador de tesoros conocido como Nyangral Nyima Ozer, el propio Gurú Rinpoché menciona los beneficios y poderes de recitar el mantra de seis sílabas. En esta obra, Gurú Rinpoché dijo que el mantra de seis sílabas tiene el poder de cerrar la puerta del renacimiento a cada uno de los seis reinos, los cuales he mencionado antes, como los reinos de los dioses, semidioses, humanos, animales, fantasmas hambrientos y seres infernales. Así que el mantra de seis sílabas tiene el poder de cerrar la puerta al renacer en cada uno de estos seis reinos, y eso es algo bueno porque cada uno de estos seis reinos es un estado en el samsara, un lugar en el samsara o existencia cíclica, y hay sufrimiento en cada uno de los diferentes reinos. 

Por ejemplo, los dioses tienen el sufrimiento de una muerte dolorosa. los semidioses sufren por luchar constantemente contra los dioses y perder cada vez. Los seres humanos experimentan los sufrimientos del nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte. Los animales sufren debido a la ignorancia, y también a que cada animal se aprovecha del otro. Los fantasmas hambrientos están afligidos por el sufrimiento de una gran hambre y sed, mientras que los seres infernales sufren de extremos de calor y frío porque dentro del reino de los seres infernales, hay ocho reinos calientes y ocho reinos fríos, así como reinos infernales vecinos. Así que hay muchas formas de sufrimiento en cada uno de estos reinos.
 

 

Om cierra la puerta al renacimiento en el reino de los dioses. La sílaba Ma cierra la puerta al renacimiento en el reino de los semidioses. La sílaba Ni cierra la puerta al renacimiento en el reino humano. La sílaba Pad cierra la puerta al renacimiento en el reino animal y las sílabas Me y Hum cierran las puertas al renacimiento en el reino de los fantasmas hambrientos y el reino del infierno, respectivamente. Por lo tanto, este es un mantra muy poderoso. 

Gurú Rinpoché también dice que puede contar todas y cada una de las gotas de lluvia que caen sobre la Tierra en un lapso de doce años; sin embargo, no puede contar los numerosos beneficios y poderes del mantra de Avalokiteshvara. Gurú Rinpoché continúa diciendo que recitando el mantra Mani 108 veces cada día de forma continua, estarás a salvo de renacer en uno de los tres reinos inferiores en el futuro. Los tres reinos inferiores son el reino animal, el reino de los fantasmas hambrientos y el reino de los seres infernales. 

En cambio, puedes renacer como humano y tener la oportunidad de practicar el Dharma y la oportunidad de contemplar el rostro del propio Avalokiteshvara. Si recitas continuamente el mantra Mani veintiuna veces al día, serás bendecido con una voz melodiosa, retendrás todo lo que memorices y también comprenderás sin esfuerzo el significado de las palabras de las escrituras. y si eres capaz de recitar el mantra Mani aunque sea siete veces seguidas cada día, todas tus fechorías y faltas serán purificadas, y no te separarás de Avalokiteshvara en todas tus vidas futuras. 

Así que estos son algunos de los beneficios del mantra Mani que menciona Gurú Rinpoché. También dice que cuando alguien está afligido por cualquier tipo de enfermedad, no hay remedio o tratamiento más eficaz que recitar el mantra de seis sílabas de Avalokiteshvara. Por lo tanto, creo que si piensas en Avalokiteshvara y lo mantienes en tu mente con gran devoción, serás protegido por sus bendiciones. Es necesario tener una gran devoción, porque aunque la compasión de Avalokiteshvara es vasta e incesante, y está dispuesto a ayudar a todos los seres sensibles, si no estamos abiertos ni dispuestos a aceptar su ayuda, no podremos recibir sus bendiciones. Es como cerrar la puerta a recibir sus bendiciones. 

Por ejemplo, aunque el sol brille con fuerza en todas las direcciones, aún así, los rayos solares no pueden penetrar en la cueva que está orientada al norte. No es culpa de los rayos del sol que no puedan llegar al interior de la cueva orientada al norte, sino que el fallo está en la posición de la cueva. Del mismo modo, Chenrezig envía bendiciones a todos los seres sintientes, está dispuesto a ayudar a todos los seres sintientes. Sin embargo, si no tenemos fe, entonces, no estaremos en condiciones de recibir sus bendiciones. 

Por lo tanto, es muy importante tener una fe pura en Chenrezig. Deberíamos tener el tipo de fe de depositar nuestra confianza en él, estar acostumbrados e inspirados por él y desear emular a Chenrezig y así obtener sus cualidades perfectas. Así que si tenemos este tipo de fe y recitamos el mantra Mani pensando en Chenrezig, estoy seguro de que durante estos tiempos en los que la pandemia del COVID-19 o cualquier tipo de epidemia que se está extendiendo por todo el mundo y creando un gran miedo y sufrimiento, debido a las bendiciones de Chenrezig es posible que puedas estar protegido de contraer tales enfermedades e incluso si contraes la enfermedad, hay una buena posibilidad de que puedas curarte de ella. 

Así lo creo y, por tanto, me gustaría pedirles a todos ustedes que piensen en Avalokiteshvara tan a menudo como puedan y recitar el mantra Mani tanto como sea posible. 

Con esto me gustaría concluir mi plática, y como la pandemia se está extendiendo por todo el mundo, es muy importante que escuchemos a los expertos en salud y tomemos todas las precauciones de seguridad, como llevar barbijos cuando tengamos que salir. Lo mejor es que se queden en casa en la medida de lo posible, pero si tienen que salir, por favor usen barbijos y también lávense las manos tan a menudo como puedan porque necesitamos mantener nuestras manos desinfectadas ya que podemos contraer muchos gérmenes y especialmente el virus COVID-19 fácilmente a través del contacto. 

Es importante que pensemos en los demás tanto como en nosotros mismos, y aunque no nos preocupe mucho nuestra propia seguridad, debemos tomar precauciones por el bien de nuestros seres queridos y amigos. Al salir y arriesgarte sin las debidas precauciones de seguridad, también te arriesgas a transmitir el virus a tus familiares y amigos. Existe la posibilidad de que sufran, e incluso de que ustedes pierdan a sus seres queridos debido a ello. Así que necesitamos tomar precauciones, y por eso les pido a todos que por favor tengan cuidado. 

¡Gracias!

 
Que por los méritos de esta enseñanza, sus traducciones, su lectura y su difusión podamos renacer en un Loto de Dewachén, contemplar el Glorioso rostro de Amidewa, alcanzar el Fruto de la Iluminación y regresar a liberar a todos los seres del ciclo del samsara. 
 
Om Amidewa Hrih 

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