Ritual de limpieza con Salvia Blanca

 Salvia Blanca

La Salvia Blanca (salvia apiana) es una de las plantas medicinales más utilizadas en el mundo de la medicina natural. Pertenece a la familia de las lamiáceas, y en muchas culturas se considera sagrada desde hace cientos de años gracias a las infinidades propiedades de esta planta. 

Crece principalmente en México y el suroeste de Estados Unidos, en California. 

La tradición de la Salvia Blanca

Debido a su santidad, ha sido utilizada durante años por culturas como la nativa americada, que la utilizaban para purificar el ambiente, tratar enfermedades como la gripe e incluso como una especia más en la cocina. 

Al corroborar la cantidad de beneficios que contiene la Salvia Blanca, su uso se ha extendido a otras culturas y civilizaciones hasta día de hoy. En la actualidad, es una planta que se utiliza en todo el mundo, de Oriente a Occidente. 

Las propiedades de la Salvia Blanca

Tiene infinidad de propiedades beneficiosas para la salud, la mente y el cuerpo. 

Es una planta con cualidades antimicrobianas y antibacterianas que mantiene a raya las bacterias, virus y hongos infecciosos. 

Cuando se quema, la salvia en llamas libera iones negativos y ayuda a neutralizar los iones positivos, es decir, alérgenos como: la caspa de las mascotas, la contaminación, el polvo y el moho. Quemar salvia puede ayudar a las personas con asma, alergias y bronquitis entre otras afecciones respiratorias. Sin embargo, hay que tomar ciertas precauciones, ya que inhalar el humo durante el proceso de smudging (palabra que se refiere al proceso de quemar hierbas o resinas sagradas) puede agravar dicha condición. Por ese motivo, es importante esperar hasta que desaparezca el humo antes de volver a entrar en la habitación. 

Para curanderos y laicos en culturas tradicionales, la salvia ardiente se ha utilizado durante años para conseguir un estado de curación, resolver dilemas espirituales, limpiar el aura y liberrar energía negativa. 

Ciertos tipos de salvia blanca incluyen tuyona, un componente psicoactivo que se encuentra en muchas plantas y que ayuda a mejorar el estado de ánimo.  

Un estudio de 2014 sostiene que la estafíate, un tipo de salvia blanca, había sido un remedio tradicional para tratar la depresión, la ansiedad o los trastornos del estado de ánimo en muchas culturas. 

Debido a mi fuerte conexión con los Nativos Americanos y a mis estudios de chamanismo, voy a centrar mi explicación sobre los usos que le doy a la salvia blanca en mis rituales con sahumerios (limpiar con humo aromático). Ellos la utilizaban en sus ceremonias de purificación, sanación y de conexión con sus guías espirituales ya que la consideraban como planta sagrada.

- Es una planta muy poderosa tanto para limpiar de malas energías a personas, objetos y ambientes como para purificar.

- Su humo nos conecta con el mundo espiritual y también con el poder de la Madre Naturaleza.

- Incrementa la intuición. Esto es debido a la tuyona, sustancia psicoactiva que contiene la salvia en pequeñas proporciones. 

- El humo de salvia blanca mejora el estrés y el estado de ánimo. 

- Ahuyenta malos espíritus, malas energías y formas de pensamiento negativas.

- Purifica el cuerpo físico, mental y espiritual. 

- Limpia y reestructura el aura.  

Pasos que sigo al hacer un ritual de limpieza

Lo primero que hago es encender un smudge de salvia y pasarlo por toda la habitación en donde tengo el altar, para limpiar cualquier tipo de energía negativa que pueda haber en el ambiente. Para ello coloco el smudge en una concha de Abalón y voy repartiendo con mi pluma, el humo que se va desprendiendo.

Mi segundo paso es limpiar y purificar todos los objetos que voy a usar en el ritual con el humo del smudge, (minerales, velas, imágenes, etc.). Una vez terminado, envuelvo el smudge con papel de plata, cuidando de no quemarme y lo reservo para la siguiente ocasión. Si se ha generado mucho humo, abro un poco la ventana de la habitación para que no haya tanta concentración.

El tercer paso que hago es realizar un círculo de protección con mi varita mágica, para que cierre toda la habitación a seres, entidades o energías que no deban estar allí mientras hago mi ritual.

Enciendo los dos velones de altar y seguidamente anoto con tinta azul o violeta, en un trozo de folio blanco, la petición que voy a hacer en este trabajo mágico. 

En este ritual de conexión con mis guías espirituales utilizo la concha de Abalón en representación del elemento Agua, el carbón para quemar como el elemento Fuego, la salvia que quemo con este carbón (aquí ya uso las hojas de salvia en lugar de un smudge), será el elmento Aire (viento para los Nativos Americanos), yo soy el elemento Tierra, y la unión de todos estos elementos representa el quinto elemento o espíritu.    

Seguidamente me siento en el suelo en una jarapa que solo utilizo en mis rituales, (pensar que todos los objetos y utensilios que usamos para nuestros trabajos quedan impregnados de esas energías, por eso es bueno separar nuestros materiales de ritual de los que usamos en nuestra vida diaria).  En este momento es cuando empiezo a tocar el tambor de manera rítmica y lenta. A veces utilizo la maraca que en este ritual la hago sonar suave y lentamente. Estos dos objetos que para mi son sagrados, me ayudan a entrar en un estado alterado conciencia y conectar con otro plano de existencia. Allí estarán mis guías esperando para poder ayudarme en lo que necesito. 

Después de recibir su ayuda, me despido de ellos dando las gracias por su generosidad y pidiéndoles que me permitan volver a su encuentro cuando me sea necesario. 

Una vez que he finalizado mi trabajo, vuelvo a guardar en su bolsa el tambor o la maraca para aislarlos de cualquier tipo de energía que no corresponda. Quemo el papel de petición con la llama de uno de los velones, lo coloco en la concha de Abalón junto al carbón y la salvia que he quemado y vuelvo a sentarme durante cinco o diez minutos más para volver a mi estado de conciencia habitual. Pasado este tiempo recojo la jarapa y la guardo en su funda. 

Una vez que he recogido todos los útiles de trabajo, apago los velones de altar y los guardo para la siguiente ocasión y con mi varita mágica abro el círculo que había hecho al empezar este ritual. 

Espero de todo corazón que este artículo os haya sido útil y que os pueda escribir muchos más. 

Aho! Mitakuye Oyasin