Virtuosísimo San Cipriano obispo de Corinto, confesor de la Santa Doctrina, te pido por el amor que a ti profesa nuestro señor, nos libres de los ataques del enemigo malo, haz que no se ensañe con nosotros. Salvanos de muerte repentina, de tempestades, rayos y truenos, incendios de vecinos, inconvenientes y de acechanzas en caminos peligrosos, que ante nosotros se presenten, de gente envidiosa y mal intencionada aléjanos, y con tus vestiduras, cubrenos en todos los peligros, que ante nosotros se presenten, y espero que oigas nuestro ruego y a la hora de nuestra muerte nos llevas a gozar de la gloria de nuestro señor Jesucristo por los siglos de los siglos. Amén.
Más información en: The Sacred Wolf Barcelona
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